Hola de nuevo. He captura una ilustración que hizo mi hija. Voy a trascribir lo que pone:
"Me encontraba rodeada de mi familia, compartiendo una deliciosa y exquisita cena. Disfrutaba de la compañía al igual que de los alimentos que saboreaba de mi boca.
¿Cenamos patata?
¡Qué no!!"
Al ver de nuevo la imagen veo que intentó plasmar lo que le gustaría que fuese una cena por lo del texto que escribí arriba del dibujo. A mi hija le gustaría que las cenas fueran de disfrute, de compartir, de estar en compañía, de que los alimentos resultasen exquisitos... Al leer lo que dicen los personajes me he dado cuenta del deseo y de la realidad. Mi hija seguramente estuvo viviendo con tensión las comidas. Reconozco que en ocasiones en las reuniones familiares que suelen darse alrededor de la comida (desayuno, comida y cena mayoritariamente) se genere tensiones. No tanto por la cantidad que se come, sino por las relaciones que se dan en ese momento. No puedo explicar que se repitiese la misma situación de forma constante, pero lo que si se repetía de forma continuada era la respuesta por parte mía y seguramente de mi pareja. A la mínima que hubiese un jaleo entre Marta y Jacob pues mi pareja o yo ya estábamos haciendo hincapié en Marta para que se ocupase de su comida... Cuando hablo de jaleo suele ser pues cuando mi hija ha menospreciado la comida y mi hijo la ha imitado, otro ejemplo podría ser queja de la temperatura, otro ejemplo derramar agua... y así un sinfín de sucesos que provocan jaleos y alterar el ambiente de calma... ¡Qué ilusa!, ¡calma! Si la calma no depende de la situación... depende de MÍ, jejeje. Esto lo he descubierto con el tiempo. Pues evidentemente mi hijo y mi hija tienen una relación con la que se conocen y se conectan para ser una experiencia única, y yo creía que eso debiera estar dándose de otra forma. Ahí es cuando realmente yo intervenía desde la interrupción y no acompañaba, así el reclamo de mi hija suele ser mi ofrecimiento de algún alimento como por ejemplo el de la imagen y la respuesta un rechazo. Pues mi hija quiere que la acepte tal y como es. Es cierto que a veces tiene más apetito, y otras menos... Y como esto no esta regido por ninguna norma no me queda otra que confiar en su apetito y ofrecer con seguridad alimentos saludables para cubrir sus necesidades nutritivas físicas y así sé que cualquier cosa que aparezca, ya tiene que ver con las necesidades afectivas.
Dejar comer a su aire, comprender la importancia de la nutrición de alimentos y lo más importante desde mi estima y cariño aprender de cada situación dándome cuenta de lo maravilloso que es lo que está aconteciendo a mi alrededor.
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