Riñendo a un@ niñ@ cuando se cae por accidente o en general cuando comete un error se genera en la criatura miedo. Y lo peor es que el miedo va relacionado con lo que acaba de hacer. Me viene a la mente a mi hijo intentando subir un columpio, del cuál cayó. Él se puso a llorar. Yo con delicadeza lo acaricié y poco a poco lo abracé y posteriormente lo sujete entre mis brazos. Se calmó y continuó jugando, probando de nuevo subir en el columpio. Esta vez lo consiguió sin caída. Y mostrando satisfacción de lo conseguido. Creo yo que si por el contrario hubiese reñido al niño con palabras como: estás bobo, eres un micorro, tú no puedes, no subas y demás; el consuelo ya no es próximo, ni delicado, empático, con cariño, etc. Con lo cual genera miedo en la criatura por la reacción que vaya a tener el/la adult@ cuidador@. Así pues si esto sucede de forma repetida en el tiempo al niñ@ le llega el mensaje que si comete un error será reñid@ y el mensaje que llevará por dentro es miedo a cometer errores. porque claro está que no es nada agradable ni consolador recibir una riña. Y puede ser que ya no se atreva a superarse en las pruebas de la vida.
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