28/6/18

Mama jo nines

Recuerdo del invierno del 2017. Mi hijo tendría cerca de los tres años, una edad intensa y a la vez sorprendente. Fue una etapa que me la tuve que tomar con mucha paciencia y calma, a pesar del estrés acumulado diario. En esta imagen Jacob está con mi cartera. Le gustaba cogerla y sacar las tarjetas, siempre que yo lo permitía, claro. También le gustaba coger el dinero, pues eso suponía tener que ir a comprar y dar el dinero a la persona que estuviese despachando en la tienda. Lo habitual para mí, aquí en el pueblo de Gaianes, es comprar en la panadería, en la carnicería o en el verdulero. Jacob me acompañaba a todas las partes a comprar, pues yo me encargaba de él durante las mañanas, y claro como que tenía que llevar a Marta al colegio pues desde bien temprano en pie para realizar tareas. 
Recuerdo que cogiendo la cartera dijo: "Mama jo nines" que tal traducción para quien todavía no se lo haya podido imaginar quiere decir: "Mama yo dineros". Mi interpretación es que él quería dinero y así lo hizo. Luego cuando se cansaba lo devolvía a su lugar, cierto es que yo lo tenía que recordar constantemente.
Me viene a la mente y la vibración corporal de la ternura con la que daba el dinero a la panadera, así llamo yo a la dependienta del despacho del pan, tengo que aclarar que sólo es despacho de pan, jeje.
Él alargaba al máximo su brazo para llegar al mostrador, en otras ocasiones estaba sentado en el mostrador pues quería ver como la panadera hacía su trabajo empaquetando la bollería, guardando en bolsas el pan entre otras cosas.A él le fascinaba, observaba todo esto y luego participaba en el intercambio, para la familia la bolsa con comida y para la panadera el dinero. Más contento se ponía cuando sobraba dinero de un billete y le devolvían monedas, esto al igual que mi hija, le encantaba, se entusiasmaba con la idea de que tenía dinero y comida. 
Esto es un aprendizaje muy bello para comprender en el sistema que va a vivir, donde el dinero juega un papel de intercambio. Yo le he intentado transmitir tanto a mi hija como a mi hijo que el dinero sirve para gastarse, para comprar aquello que hace falta y si encaprichan con algo es cierto que he puesto límites de cantidad de dinero, ya que para mi el artículo de capricho no es necesario pero para mi hijo y mi hija es necesaria imitar las compras para aprender que se está sintiendo en la actuación. Creo plenamente en la abundancia, creo que cualquier meta que se propongan mi hijo y mi hija la pueden conseguir y sobre todo creo que el dinero no es "malo". 
Ya hace tiempo, años, que mi creencia del dinero se cambió. Fui más consciente de esta creencia cuando tenía que hacer un ingreso de una gran cantidad de dinero en otro banco. Recuerdo ir tensa por la calle con el miedo a que me robasen el dinero, tan tensa que tuve luego dolor de hombros y de brazos. Me alucinó la respuesta de la persona que recibió el dinero en el banco. Pues le comentaba mis miedos y me respondió con algo simple: "imagina que el dinero es como el material para un obrero, como unos ladrillos...". Entonces comprendí el peso tan grande que le había depositado al dinero, ahora lo veo como un medio para conseguir otras cosas. Este medio es abundante y sólo quiero vibrar en la abundancia para poder seguir haciendo aquello que más me gusta sin tener que estar cometida a mis miedos haciendo rechazo hacia el dinero y haciendo que esto se vuelva en contra mía... Yo elijo el cambio, yo me elijo a mi, y aquello que me suceda sé que quiero experimentarlo.

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