14/1/14

José Miguel Castro: proceso natural de acercamiento al lenguaje oral y escrito. resumen conferencia.


"Proceso natural de acercamiento al lenguaje oral y escrito" por Jose Miguel Castro



Taller en Barcelona. 19 y 20 de Febrero de 2011.

módulo de Educacion Creadora 

En el origen de los cuentos encontramos las claves iniciales que nos dan explicación de nosotros mismos: quienes somos, que hacemos aquí, que necesitamos. 
Analizaremos este origen y también el primer acercamiento que pueden hacer los niños y los adultos a la literatura, a la lectura y a los libros, al margen de la instrucción. Todos los niños aprenden a hablar en un contexto en el que se habla, sin necesidad de una "enseñanza" específicamente programada para ello. El aprendizaje del lenguaje escrito y el acercamiento a la literatura se puede dar de la misma forma natural. 

Jose Miguel Castro 
El encuentro con Arno Stern le hizo transformar completamente su forma de trabajar y abandonar la Educación Artística a la que se dedicaba. Abre entonces un taller de pintura con las mismas características que "Le Closlieu" de Arno Stern y crea otro de arcilla aplicando las mismas condiciones de trabajo. 
Durante años investiga en el taller y encuentra la Formulación en la arcilla. 
Su investigación paralelamente se desarrolla en el trabajo con el cuerpo y la creación de espacios para jugar asumiendo roles en lo que él llama "Juego de Configuración". En 1993 se encuentra con Vega Martín y continúan juntos su trabajo. A lo largo de todo este tiempo ha participado en Congresos Internacionales e impartido conferencias, charlas y cursos de formación tanto para empresas, como para profesionales de la educación o para padres. 
Desde 1988 es profesor de la Universidad de Cantabria dónde imparte formación en Educación Creadora y continua su trabajo en los talleres de pintura, arcilla y movimiento.


Resumen de algunos aspectos tratados por J.Miguel durante la charla:
Somos creadores genéticamente, por el sólo hecho de ser seres humanos, pero podemos perder la creatividad por factores químicos, fisiológicos o ambientales.
Existen tres factores de inhibición de la creatividad:
Estar sometidos a juicio, tanto positivo como negativo
Que no se nos permita ser como somos, expresarnos como somos. Hacer una renuncia a la posibilidad de diverger, de ser uno mismo. En esta sociedad hay que pertenecer a un grupo.
Que se nos enseñe, que se nos dirija, tener una relación de poder con nuestros tutores.
La capacidad creadora se puede recuperar si se dan las condiciones externas adecuadas, si se eliminan los 3 factores de inhibición, o cuando hay carencias básicas (por ejemplo en sociedades pobres de recursos) donde se recupera por necesidad de supervivencia y autogestión.
CONTAR CUENTOS
Todos sabemos por lo tanto contar cuentos, no hay que aprender. Eso sí, tienen que evitarse los 3 factores de inhibición. Los cuentos no se cuentan con público (donde hay juicio) sinó en la intimidad.
Contrariamente a lo que parece, no es necesario ni adecuado aprender interpretación para contar cuentos, porque ésta no se consigue integrar de manera rápida y por lo tanto reduce la habilidad de contar. No confundamos contar cuentos con hacer teatro.
Para que funcione la comunicación hay que contar desde el pecho (desde la emoción, desde el sentimiento, desde la creencia) y no desde la boca ni desde la cabeza. Cualquier historia es un cuento si se expone con sentimiento y en la intimidad, si se cuenta desde la emoción se puede contar un cuento a cualquiera, sin tener en cuenta los contenidos ni las emociones. Nadie cuenta cuentos mejor que nadie puesto que somos incomparables, aunque diferentes personas no podamos contar los mismos cuentos o no en el mismo momento.
LA ATENCIÓN
Hay un intento forzado por mantener la atención de forma artificial (con interpretación, animación...) y ésto no aumenta la capacidad de atención como pensamos sinó que la falsea.
La atención es una conquista lenta. Las personas tenemos energías diferentes y por ello escuchamos y atendemos de manera diferente: unas necesitan moverse de vez en cuando, otras mirar alrededor, levantarse... y ello no tiene por qué significar que su atención se haya acabado. Y por otro lado, si la atención se ha acabado, no hay que insistir, porque quizá no sea capaz de escuchar más con lo cual forzar sería absurdo y/o perjudicial.
LOS CUENTOS DE TRADICIÓN ORAL-ACERCAMIENTO CREATIVO A LA LECTURA, A LA LITERATURA
Los cuentos tradicionales aparecen para afianzar cambios sociales. El núcleo de los cuentos tradicionales se elabora en la transición del paleolítico al neolítico, donde nace nuestra civilización y aparecen la hexogamia, la propiedad privada y el derecho de primogenia. A través de diversos núcleos se pretende el establecimiento de algunos tabús como por ejemplo el del incesto que es recurrente en los cuentos tradicionales.
Los cuentos de Perrault son literatura, son buenísimos para un adulto, pero el autor pretendía amedrentar y asustar a los príncipes con ellos, con lo cual resultan moralizantes y intencionados. Jamás los contaría a un niño.
Los libros recopilados por los hermanos Grimm también están manipulados dado que ellos eran políticos y su objetivo era la unidad alemana. Tampoco los contaría a un niño.
Las fábulas son moralizantes, porque se han manipulado con intención educativa, y por tanto no recomiendo contarlas nunca a un niño.
Los cuentos tradicionales en cambio, han tenido un proceso de ocultamiento y sólo queda un complejo interno no moralizante, que puede ser conquistado a un ritmo personal según el interés y la disposición de cada uno. Se han surpimido en ellos las partes que no interesan a todo el mundo; no contienen descripciones (sólo un adjetivo por personaje) van directamente a la acción con el objeto de captar la atención de manera inmediata; tienen finales felices o esperanzadores; comienzan a partir de un alejamiento en en tiempo o en la distancia para establecer una separación respecto del mundo real; hablan de la realidad cruda, sin ahorrarnos nada.
A principios del s.XX se censuran los cuentos tradicionales y más tarde se vuelven a censurar, eliminándose la violencia, introduciendo la imagen, eludiendo la muerte (que también desaparece del entorno social) etc... porque en este momento se ve a los niños frágiles y se tiende a su sobreprotección. En este momento de la historia dejan de contarse los cuentos de tradición oral y cuando en los últimos tiempos han empezado a recuperarse se están contando en púbico, con lo que se han convertido en un artículo de consumo. Entonces aparecen los cuentos ilustrados, de tamaño reducido, con las puntas redondeadas y las páginas duras, los libros blandos, los plastificados, que se separan por edades, que sólo dan la información que “se cree” que el niño es capaz de entender y por lo tanto acaban siendo un reduccionismo, un empobrecimiento extremo del cuento tradicional, acaban contándose otras cosas (a menudo con intención instructiva-educativa), no ya los núcleos de los cuentos tradicionales.
Los cuentos tradicionales pueden explicarse a cualquier edad. En los cuentos tradicionales existen diversas conquistas/núcleos que pueden ser encontrados en momentos diferentes según el interés y la preparación. La conquista puede ser ilimitada, porque hay infinitas posibilidades de interpretación (no como dice Bruno Bettelheim en El psicoanálisis de los cuentos de hadas.- donde sólo argumenta una interpretación posible a cada cuento tradicional). Los niños pueden quedarse con cualquier parte del cuento que no entienden, incluso con algo que sólo se dijo de pasada, y elaborarlo a su manera y a su ritmo. Por eso es importante contar los cuentos originales, con su complejidad, sin reduccionismos ni limitaciones, los cuentos así se pueden leer infinitas veces a lo largo de la vida.
A los niños pequeños puede empezar a contárseles cuentos cortos que empiecen a alargarse mediante la reiteración y así adecuarse a sus capacidades de atención. Con estos cuentos pueden captar el ritmo en seguida:
El gallo quirico.-
El conte del xiulet.-
algunos trabalenguas, poesías (Lorca)
El libro de los abrazos.- Eduardo Galeano (cuentos de 4 líneas, para adultos)
IDEOLOGÍA
Los cuentos tienen una ideología concreta. Existen los mismos cuentos tradicionales en diferentes culturas, versionados pero con las mismas estructuras. Tenemos que estar de acuerdo con contar cuentos con determinada ideología porque sinó no seremos capaces de contarlos desde la emoción.
Pero en general desconocemos realmente cual es la ideología de los cuentos tradicionales, porque desconocemos muchos de los cuentos tradicionales. La burguesía ocultó los cuentos que tenían valores que no les interesaba transmitir, como por ejemplo los valores femininos positivos. Pero Espinosa hizo una recopilación de todos los cuentos tradicionales, donde aparecen “el bello durmiente” por ejemplo, con mujeres y hombres inteligentes, mujeres y hombres débiles, sexo, pornografía, poligamia... y Almodóvar los publica en:
Cuentos al amor de la lumbre.- Almodóvar.- Biblioteca Juvenil. Alianza Editorial.-
También en: Mujeres que corren con lobos.- recordarmos cuentos olvidados. Aunque este libro de un trato más psicoanalista.
Para contar cuentos hay que leer muchos hasta encontrar el que queremos contar, el que conecta con nosotros y podremos contar desde la emoción. Después hay que aprendérselo, pero no de memoria, sinó haciendo imágenes del cuento, y después evitando describirlas cuando lo contamos, para ir directamente a la acción y para posibilitar que el receptor pueda hacerse su propia imagen, para que sea capaz de digerirla). No hay que describir demasiado la acción porque ésta puede atemorizar o quizás dejar indiferente. Hay que enunciar la acción y no describirla, por ejemplo “se la comió”, y nunca “se abalanzó sobre ella, la persiguió y la desgarró poco a poco”... para evitar además tensar el momento y que pueda ser terrible. Así si un niño necesita hacerse una imagen de algo terrible lo podrá hacer, pero si otro no está preparado para hacerse una imagen tan fuerte podrá pasar de largo.
También recomiendo los cuentos italianos, porque son cercanos a nuestra ideosincracia latina, mediterránea. Toman partido por el más débil, relegan y ridiculizan al poder (reyes...), en ellos se supone que el hombre es bueno por naturaleza, por eso las “pruebas para conseguir objetivos” son más fáciles que en los cuentos centroeuropeos.
Cuentos populares italianos al cuidado de Italo Calvino.- Italo Calvino.-
Gianni Rodari a menudo impone un proceso creativo que no es espontáneo y por ello no me gusta demasiado, aunque algunos cuentos son muy bonitos.
Cuentos por teléfono.-
Cuentos para jugar.-

LA IMAGEN-CONQUISTA CRÍTICA DE LA IMAGEN

Las ilustraciones en un cuento son reduccionistas y suponen un empobrecimiento, anulan la posibilidad de que cada lector elabore su propia imagen, que sería más repetuosa a los intereses y conquistas que necesite cada individuo y en cada momento. Podemos verificar ésto en que cuando vemos una película y posteriormente leemos el libro correspondiente, no podemos visualizar otra cosa que los personajes y las escenas que vimos en la película, no podemos escapar a ello y esto supone que no podemos elaborar nuestras propias imágenes. Por ello recomiendo que los primeros, cuando aún no saben leer, sean contados sin soporte, de manera oral, después de haberlos aprendido. Cuando empiezan a leer podemos transcribirles los cuentos cortos que encontremos para evitar las imágenes que limitan la capacidad creativa.

Existe en este momento una sobresaturación de imágenes, de la iconografía. En las vidas de los niños hay imagen allá donde se dirija su mirada (en los cereales de la mañana, el pijama, en las sábanas de la cama, en el cepillo de dientes...).

La imagen nos atrapa y nos embelesa por la bipedestación, por nuestra mirada frontal. Ésta nos interesa y nos retiene, con lo que existe el peligro de que deje de interesarnos (y a los niños también) escuchar cuentos sin imágenes, y con ello podemos entorpecer la capacidad creativa, en este caso la capacidad de elaborar imágenes. Si no podemos eliminar los cuentos ilustrados de la vida de nuestros hijos, tendremos que estar muy atentos al equilibrio entre los cuentos ilustrados y los cuentos contados e ir analizando si el niño está perdiendo el interés por el cuento contado.

Tenemos que posibilitar la conquista de la imagen de manera crítica, por lo que hay que empezar a mostrar al niño imágenes complejas, que permitan una conquista progresiva según su capacidad o interés. Los libros infantiles actuales son muy reduccionistas también en cuanto a imágenes, sólo se dibuja el objeto que queremos mostrar, con un fondo neutro, perdiendo así la posibilidad de que el niño conquiste otras cosas ni en ese ni en otros momentos, con lo que el libro queda relegado rápidamente y... hay entonces procedemos a comprar otro. Existe un interés comercial en que ésto suceda y por eso los libros son reduccionistas.

Los mejores primeros libros de imágenes para niños son los álbumes de fotos familiares (con imágenes complejas que podrán ir conquistando progresivamente), los libros pesados y gruesos que ellos no pueden aguantar ni hojear solos, por lo que la compañía del adulto resulta necesaria y así hay un acompañamiento y se posibilita la intimidad (además de que nunca un niño debe enfrentarse sólo a un libro de adulto como no debe enfrentarse sólo a la televisión).

Las primeras imágenes en movimiento deberían ser lentas, para poder discriminar, discernir, conquistar según el interés (como con los cuentos), que permitiese charlar. Pero los dibujos animados infantiles tienen unos ritmos rápidos, como los anuncios publicitarios, las escenas se suceden de manera trepidante, cambios rapidísimos de plano, de puntos de vista, con el objetivo de retener nuestra atención, de absorvernos totalmente sin que podamos casi pensar. El cine mudo es por ello una buena elección para introducir a un niño en la imagen en movimiento: cortometrajes de Chaplin, Buster Keaton, el gordo y el flaco. El primer largometraje que mis hijas vieron fué “El maquinista de la General”.




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