21/3/24

Reflexiones sobre 'A través de mi ventana': Más allá de los Tópicos en las Relaciones



Acabo de ver la película "A través de mi ventana" toda la saga, hay tres, primera mencionada, segunda a través del mar y la última a través de tus ojos que están disponibles en Netflix. Y, sinceramente, ya era hora de que compartiera mi opinión sobre el tema de las relaciones. Como si alguna vez hubiera dejado de hacerlo. La verdad es que me siento algo cansada de los clichés sobre las relaciones ideales o los cuentos de amor al estilo Romeo y Julieta. Y es que, para empezar, está claro que para hacer una película, se necesita un conflicto, y en este caso, el típico choque entre la persona rica y la pobre. Y, por supuesto, la chica siempre es retratada como la pobre, ingenua y vulnerable, pero al mismo tiempo, supuestamente segura de sí misma. Sin embargo, esa supuesta seguridad a menudo se acompaña de una imperiosa necesidad de cambiar a su pareja, un error relacional fundamental que se repite una y otra vez en el cine y en la vida real.





Foto de @atdmv.fangirl





¿Por qué deberíamos tratar de cambiar a alguien? Si esa persona es reservada o poco habladora, ¿por qué deberíamos forzarla a ser diferente? El crecimiento personal y la madurez son procesos individuales que cada uno debe abordar a su manera y en su propio tiempo. Intentar imponer cómo debería ser la otra persona no solo es injusto, sino que también ignora su individualidad y su autonomía. En la película, la protagonista llega a exigir a su pareja que se abra emocionalmente, sin respetar su espacio o su forma de ser. Este tipo de exigencias solo refuerzan dinámicas de poder desequilibradas, donde uno intenta dominar al otro.

Es fundamental aprender a respetar y valorar la forma en que cada persona expresa sus emociones. Todos tenemos diferentes maneras de procesar nuestros sentimientos y enfrentar nuestros duelos. Exigir a alguien que se comporte de una manera que no es natural para ellos no solo es injusto, sino que también puede ser dañino para la relación. El acompañamiento en los momentos difíciles requiere comprensión, empatía y, sobre todo, respeto por el espacio y el tiempo de cada individuo.





Lamentablemente, estas dinámicas tóxicas no son exclusivas de la ficción; se reflejan en la vida real con demasiada frecuencia. La presión para que las parejas se ajusten a un molde preestablecido, en lugar de aceptarse y apoyarse mutuamente, puede llevar a relaciones disfuncionales y poco saludables. Es importante reconocer que cada persona es única, con sus propias fortalezas, debilidades y formas de amar.

La cultura popular, incluyendo el cine, juega un papel significativo en la perpetuación de estos ideales poco realistas de relaciones. Al glorificar el comportamiento controlador o exigente como muestra de amor, se normaliza una forma de relación que es profundamente dañina. En lugar de promover la aceptación y el respeto mutuo, se fomenta una dinámica en la que uno intenta moldear al otro según su propia visión.





Es hora de desafiar estos estereotipos y narrativas obsoletas sobre el amor y las relaciones. Necesitamos historias que celebren la diversidad, la individualidad y la autenticidad en el amor. Necesitamos personajes que se acepten mutuamente en su totalidad, con todas sus imperfecciones y diferencias. Necesitamos reconocer que el verdadero amor no consiste en tratar de cambiar al otro, sino en aceptarlo y apoyarlo incondicionalmente en su camino hacia el crecimiento y la realización personal.

Por otro lado, es importante abordar la representación de los roles de género en las relaciones. ¿Por qué el chico es siempre retratado como más callado, frío e introvertido? Esta es otra manera tópica de definir cómo debería ser un hombre en una relación. Pero en la vida real, uno puede elegir cómo quiere ser, más allá de los estereotipos de género. Lo importante es aceptarse a uno mismo y encontrar a personas que vibren de la misma manera, sin importar los roles predefinidos.

Y finalmente, quiero abordar el tema de la representación de la riqueza en la película. Es un completo bochorno el hacer ver que ser rico es malo. Basta ya con esta narrativa que confunde a las personas. El carácter de una persona, ya sea egoísta, tramposa o generosa, no está determinado por su posición económica. Además, el dinero no es algo inherentemente malo; depende de cómo se use. No se trata de si se quiere o no tener dinero, sino de cómo se utiliza y se comparte. Debemos dejar de estigmatizar la riqueza y en su lugar enfocarnos en los valores y las acciones de las personas.





En resumen, "A través de mi ventana" puede ser una historia encantadora, pero también nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los estereotipos y las dinámicas tóxicas en las relaciones. Es fundamental desafiar estos patrones y trabajar hacia relaciones basadas en el respeto, la aceptación y el apoyo mutuo. Solo así podremos construir relaciones verdaderamente saludables y satisfactorias, tanto en la pantalla como en la vida real. Puedes ampliar en estos temas en mi canal de podcast en spotify Muerte y Sexo.

Y, por último, quiero destacar un aspecto positivo de la película que me encantó: la representación de relaciones sexuales seguras y sin tabúes. Es importante educar sobre la importancia del uso del condón y desmitificar el tema del sexo, tal como se muestra en la película. Este enfoque educativo y sin prejuicios es algo que deberíamos ver más a menudo en la cultura popular, para promover una actitud más abierta y saludable hacia el sexo y la sexualidad.

En conclusión, "A través de mi ventana" puede haber suscitado diversas emociones y reflexiones, pero lo importante es que me lleva a cuestionar y analizar las narrativas sobre las relaciones que se nos presentan en la cultura popular. Es hora de desafiar los tópicos, celebrar la diversidad y construir relaciones basadas en el respeto, la aceptación y el amor incondicional.

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