Al mes descubrí que mi hija hacía caca a la misma hora nada mas levantarse. Así que me puse a buscar en internet sobre conrtol de esfínteres temprano y encontré: Introducción y Método
Me gustó tanto lo que leí, sobre todo la mejora de comunicación y vínculo que iba a haber entre mi hija y yo que me dispuse a aplicar el método junto con mi pareja. (Mejora el apego a través de la comunicación natural, cercanía y paciencia amorosa, extraída del artículo)
Esto estuvo en marcha hasta los 15 meses de mi hija, cuando una psicóloga profesional nos comentó que el método que estaba empleando no era más que un adiestramiento, conductismo enmascarado. Nosotros con cara de sorprendidos y de culpables enseguida quisimos remediarlo, aprovechamos las vacaciones para hacer un cambio radical. Adiós al reductor del váter, adiós al llevarla al váter corriendo cuando tuviera ganas de hacer cacas, o nosotros pensábamos eso...
Así fue la temporada hasta que mi hija ya no quería llevar pañal, y yo interpreté que ya estaba preparada para ir a hacer pipí al váter... Pues bien mi gozo en un pozo; es cuando empezó el resultado de haber doblegado la naturaleza de mi hija en sus primeros 15 meses... Haber manipulado su inmadurez de control de esfínteres. Los episodios eran: a veces aviso, otras no, otras me da miedo, otras me escondo... Así hasta los 4 años. A los 4 años después de mucha ayuda en escuelas de padres, sesiones familiares y aceptación del estropicio, mi hija ya retiene el pipí toda la noche, aunque por el día sigue teniendo miedo y se paraliza cuando de pipí o caca se trata...
Acercándonos a los 5 años ya tiene un control total del pipí, pero la caca sigue teniendo mucho miedo al váter...

Celebrando las navidades, el día 5 de enero del 2015, mi hija, ya tiene 5 años y medio, seguía con la caca exactamente igual que medio año antes. Pensé que se acercaba los 6 años... y tenía miedo que cualquier persona externa a la familia pudiese interferir en este proceso a nivel de humillación, vergüenza... Con lo cuál hablé con mi pareja, ya era suficiente el que no hiciese caca en el váter y teníamos que de nuevo motivarla a que se sentase en él. Así que la la invitamos a sentarse en el váter acompañándola en su miedo y por fin hace caca, fue la primera vez que hizo caca en el váter :O. El dia 7 de enero se volvió a sentar y verbalizó lo contenta que está de no cagarse encima :D
Sigue muy contenta de haber hecho el paso y estar nosotros tan cerca :D
El acompañamiento emocional de su miedo que hicimos ese día fue dejar todo lo que estábamos haciendo entre manos, estar junto a ella, a su altura... Esperando a que nos necesitase, reconociendo el miedo, validando el miedo, aceptando la interferencia.
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